10 consejos para mejorar la comunicación con el enfermo de Alzheimer
- Nuria Garro Gil
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- Evita ruidos y distracciones para optimizar la comunicación.
- Acércate, preséntate y di quién eres. Es posible que no te reconozca.
- Colócate delante y mira a los ojos. Adopta esta postura para garantizar que le llega el mensaje.
- Habla despacio y vocaliza. Con tranquilidad y utilizando un tono de voz bajo.
- Utilizad el humor y aprended a reíros juntos de los malos entendidos.
- Evita presionar ante preguntas que impliquen recordar. Es posible que no consiga responder.
- Utiliza tu cara para expresar. Sonríe, gesticula.
- Reformula las preguntas si no ha comprendido el mensaje. Utiliza un lenguaje sencillo y coloquial.
- Mantén la calma y ten paciencia. Repite el mensaje las veces que sea necesario y con el tono adecuado.
- No riñas, no grites, no castigues, no infantilices.
No sólo por no poder mantener una conversación lógica y fluida, sino también por esa incomunicación a la que se ve abocado esa persona y que le acaba aislando de su propio entorno.
Y además por la tristeza que nos da ver cómo nuestra propia relación con él/ella va cambiando. Poco a poco parece convertirse en un mueble más de la casa. Triste pero cierto.
Por eso es importante no olvidar que para cuidar es importante comunicar, a través de palabras pero también de gestos y acciones, que es lo que al final nos queda con estas personas. La persona a la que cuidamos está enferma y poco a poco deja de hablar y de comunicarse. Pero no por ello deja de sentir y sobre todo de vivir.
Estos 10 consejos que nos da el CVE son muy concretos y de lo más prácticos. Puede dar la sensación de que se quedan en lo puramente comunicativo, y curiosamente estamos diciendo que en el caso de personas con demencia esa comunicación termina por desaparecer, al menos la verbal. Así como la atención y la concentración que pueden mostrar.
¿Cuántas veces pensamos: “para qué hablarle si ya no me escucha, si no me entiende?” Además, hacernos el firme propósito de llevar a cabo en el día a día esos 10 consejos nos van a requerir un esfuerzo extra y una dosis adicional de paciencia, cariño y sobre todo de energía y de fortaleza mental para no ceder ante las dificultades y los sinsabores.
¿Por qué seguir entonces estos consejos?
Porque esa mejora en la comunicación nos va a ayudar a entender y recordar, que cuidar no es sólo tener a nuestros familiares lavados, vestidos, alimentados y atendidos.Porque cuidar no es solo asistir. Cuidar es hacer felices a los otros y velar por su bienestar, su felicidad, su bien vivir. Y toda persona, para ser feliz, necesita de las relaciones con los demás. Relaciones humanas, basadas en el amor.
Por eso, aún cuando la persona aparentemente ya no se comunica y no podemos hablar con ella como quisiéramos, el amor que podemos transmitir y vivir a través de la relación de cuidado, es algo que jamás podemos descuidar.
Y eso va a depender sobre todo del cuidador y su afán y esfuerzo por evitar, sea como sea, que la persona acabe aislada en la oscuridad y soledad de su propia mente ya perdida.
Doctora Nuria Garro-Gil- Doctora en EducaciónBlog de Nuria Garro-Gil: Jóvenes aprendiendo a cuidar
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