jueves, 21 de enero de 2016

La primera vacuna que podría detener el progreso del Alzheimer





Llegan excelentes noticias desde Inglaterra. Novedades que, como siempre, debemos recibir con prudencia; pero también con mucho optimismo. Y es que el Instituto Británico para la Investigación y la Atención de las Personas Mayores (Research Institute for the Care of Older People, RICE) ha anunciado que trabaja en el desarrollo de una vacuna que podría detener el progreso de la enfermedad de Alzheimer.

Como sabes, existen tratamientos que consiguen aliviar los síntomas, pero hasta la fecha no se ha conseguido dar con ninguno capaz de frenar el avance del Alzheimer. Este centro británico podría haber encontrado el camino para hacerlo posible y las pruebas ya están en marcha. Se trata de una investigación que todavía está en su etapa inicial, por lo que conviene aplicar cautela; pero estamos sin duda alguna ante un comienzo esperanzador.

Los estudios realizados hasta hoy han desvelado que el Alzheimer aparece cuando se forman los llamados‘ovillos neurofibrales’, conglomerados anormales de la proteína tau. El mal funcionamiento de esta proteína desencadena la muerte neuronal, al quedar bloqueado el sistema de transporte celular y resultar imposible que los nutrientes lleguen a las células. Por eso las alteraciones de la proteína tau se asocian a patologías neurodegenerativas.



La vacuna que tratan de desarrollar en el RICE es la primera que intentará atacar directamente a los ovillos neurofibrales, que son causantes de la pérdida de memoria relacionada con la enfermedad de Alzheimer. “Estamos ante un estudio muy importante, que abre camino a una vacuna eficaz. Pero debemos ser prudentes en lo que a sus resultados se refiere, dado que es muy pronto. Todavía estamos en el comienzo”, explica el profesor Roy Jones, director del RICE y miembro del equipo de investigadores de la institución británica.

Este alentador estudio se está llevando a cabo en las localidades inglesas de Bath y Liverpool, así como en Finlandia. Pero tal como ha subrayado James Picket, de la Alzheimer’s Society, habrá que esperar todavía algunos años hasta que la vacuna pueda ser usada como tratamiento, incluso si se demuestra que es segura. Lo importante es que el progreso continúe para que, algún día, podamos celebrar que contamos por fin con un antídoto capaz de frenar la enfermedad de Alzheimer.